Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en https://matteotaru671684.qodsblog.com/38690585/todo-sobre-el-cabezazo-de-zidane-en-el-mundial-de-alemania